Como explicamos en una entrada anterior, los strascinati que se elaboran sólo de sémola y agua, son un plato típico de Terra Tibertesca.
Narra la leyenda que en su camino a Nápoles, muertos de hambre y cansados, los condotieros Paolo y Camillo VITELLI invadieron en 1494 Monteleone di Spoleto, más precisamente las ruinas del castillo de Vetranula, que había sido edificado por los TIBERTI.
Arrogantes y presuntuosos, los VITELLI apresaron a todos los hombres
del lugar y obligaron a las mujeres a servirles. Éstas, llenas de rencor,
prepararon un mísero plato de sémola y agua para ultrajarlos. Pero los condotieros furiosos
ordenaron que los presos fueran atados a los caballos y arrastrados hasta la
muerte.
Las oraciones y llantos de las mujeres fueron en vano, hasta que una de
ellas propuso agregar tocino, huevos, salchicha y queso pecorino, transformando
el magro plato original en una delicia que logró evitar la masacre.
Stracinati alla carbonara |
Así, de la feliz improvisación de una joven monteleonesa, nació un plato típico cuyos ingredientes no eran otra cosa que la base alimentaria de los carboneros de la época (numerosos en Umbría en aquel entonces) y que hoy aparecen representados en la mundialmente famosa salsa carbonara.